El telescopio Spitzer finaliza su misión después de 16 años de maravillosa ciencia | AETB

Uno de los principales aportes al estudio del universo en las últimas décadas fue el programa llamado “Grandes Observatorios” de la NASA, el cual consistió en poner en órbita cuatro potentes y modernos telescopios que permitirían observar el universo en las diferentes longitudes de onda del espectro electromagnético, permitiendo obtener información sin precedentes.

Fueron lanzados en un periodo de 13 años, el primero de ellos fue telescopio Hubble (probablemente el más famoso de los cuatro) en el año 1990, y el último el Spitzer, encargado de escudriñar el universo en longitudes de onda infrarrojas.

Ilustración de los cuatro Grandes Observatorios con sus respectivas longitudes de onda. Crédito: NASA.

Durante sus años de servicio Spitzer ha sido una herramienta de vital importancia para los astrónomos de todo el mundo; dadas sus características de observatorio infrarrojo ha permitido observar y estudiar objetos fríos aquí en el sistema solar y fuera de él, hasta los confines del universo. Algunos ejemplos son, cometas, asteroides, el nacimiento de estrellas y la evolución galáctica.

Pero después de 16 años de maravillosa ciencia, Spitzer ha llegado al final de sus días en servicio, y el pasado 30 de enero el observatorio espacial fue puesto en “modo seguro”, cesando así todas sus operaciones científicas y de observación. Acto seguido, el gerente del proyecto Spitzer, Joseph Hunt, expresó que oficialmente la misión había concluido.

Galaxia espiral Messier 81 observada en infrarrojo por Spitzer. Crédito: NASA/JPL-Caltech/S. Willner (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics)

De esta forma Spitzer se convirtió en el segundo de los cuatro Grandes Observatorios que se ponía fuera de servicio después de un largo y fructífero periodo en operación. El primero fue el Observatorio de rayos gamma Compton lanzado en abril de 1991 y que se mantuvo en servicio hasta el año 2000 cuando lamentablemente falló uno de sus giroscopios y se tuvo que incinerar en la atmósfera deliberadamente. Los otros dos Grandes Observatorios que se mantienen en servicio son el telescopio Hubble y el Chandra.

Sin embargo para satisfacción nuestra el sucesor de Spitzer ya se encuentra en camino, y continuará con su misión de forma espectacular; estamos hablando por supuesto del telescopio James Webb, el cual tendrá una capacidad exponencialmente superior, permitiendo ver más profundamente en el cosmos y dar respuesta a algunas de las preguntas más grandes de la ciencia. Estamos seguros que antes de lo que pensamos, tendremos noticias respecto al lanzamiento de este potente instrumento.

El Telescopio Espacial James Webb completamente ensamblado. Crédito: NASA/Chris Gunn.
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